Esta extraordinaria villa, ubicada en la prestigiosa zona de Altos de Estepona, ofrece una conexión inigualable con la naturaleza y la tranquilidad. Situada en una parcela de más de 15,400 m², garantiza total privacidad y un entorno natural tranquilo y relajante. Desde su posición elevada, la propiedad disfruta de impresionantes vistas del mar Mediterráneo, Gibraltar e incluso África.
La propiedad consta de siete dormitorios con baño en suite, incluidos dos suites excepcionalmente amplias y de diseño único, junto con cinco elegantes y bien equipados dormitorios dobles. El diseño interior se distingue por tres cálidas y acogedoras salas de estar, que ofrecen un amplio espacio para la relajación y reuniones sociales. La cocina, centrada en una isla funcional, combina diseño práctico con un carácter acogedor.
Las zonas exteriores de la villa son, sin lugar a dudas, uno de sus aspectos más excepcionales, diseñadas con esmero para aprovechar al máximo el clima mediterráneo y los alrededores naturales. Amplios y exuberantes jardines rodean la casa, ofreciendo una atmósfera de paz y una fuerte conexión con la naturaleza. La piscina privada invita a momentos de relajación, mientras que un área de barbacoa dedicada y serenos espacios chill-out proporcionan el entorno perfecto para el entretenimiento al aire libre o simplemente disfrutar de los alrededores.
Un sistema fotovoltaico moderno con 60 paneles solares aumenta aún más el atractivo de la propiedad, reflejando un compromiso con la sostenibilidad y la eficiencia energética. A pesar de su tranquila y elevada posición, la villa sigue estando convenientemente cerca de todas las comodidades esenciales y a solo unos minutos del centro de Estepona.
Esta villa representa una oportunidad verdaderamente excepcional, combinando amplias zonas exteriores, interiores espaciosos y llenos de luz, y una ubicación impresionante rodeada de belleza natural. Una joya rara, ¡una oportunidad que no debe dejarse pasar!
Estepona está situada al occidente de la Costa del Sol, en una sección donde el ritmo de vida costero se combina con un trasfondo más sosegado que el de urbes cercanas como Marbella. Su identidad se basa en una combinación única: un extenso y brillante litoral, un casco antiguo restaurado con cuidado, y una propuesta cultural que ha convertido sus calles en lugares de acceso al arte. Hoy en día, su casco antiguo, que es totalmente peatonal, se ha vuelto uno de los principales encantos de la ciudad. Los pasajes angostos, las plantitas en macetas de colores y las fachadas encaladas conforman un entorno que fusiona lo estético con la tradición andaluza, lo cual ha contribuido a su popularidad. Las plazas de Ortiz, Las Flores y Rincón Gitano mantienen parte del pulso social, mientras que los bares y las tienditas pequeñas con un ambiente local preservan una atmósfera barrial que no se ha desvanecido a pesar del crecimiento del turismo. El frente marítimo le otorga un carácter distinto: más de veinte kilómetros de litoral, con extensas playas de arena clara, entre las que sobresalen la Rada —la más citadina— o El Cristo, tranquila y familiar. El Paseo Marítimo es una de las rutas más activas, accesible tanto para los deportistas que practican al amanecer como para los paseantes. Por su parte, el puerto deportivo es un pequeño centro nocturno con restaurantes, bares y actividades de navegación. La ciudad ha puesto en marcha, durante la pasada década, una iniciativa cultural que la caracteriza: La Ruta de los Murales Artísticos, que se extiende a lo largo de las fachadas de edificios completos y un número cada vez mayor de esculturas y áreas temáticas. La imagen de Estepona ha sido transformada completamente, volviéndose un "museo al aire libre", gracias a esta apuesta por el urbanismo cultural. La Sierra Bermeja emerge como un telón de fondo en el medio natural, con caminos que penetran a través de pinares y paisajes rojizos característicos de esta montaña única. Además, se encuentra Selwo Aventura, un parque de naturaleza y fauna que llama a las familias y a los turistas de toda la Costa del Sol. Estepona ha experimentado un desarrollo significativo con la creación de nuevos hoteles, urbanizaciones, paseos ajardinados y servicios que han ensanchado su oferta turística y residencial; sin embargo, la ciudad ha intentado conservar una imagen más tranquila en comparación con sus vecinas más glamorosas. Su economía se basa en el comercio, la hostelería, el turismo y un sector inmobiliario activo; sin embargo, mantiene un carácter local que se aprecia en sus festividades (como la Feria de San Isidro) y en sus mercados. Aunque su economía se basa en el comercio, la hostelería, el turismo y un sector inmobiliario activo, mantiene un espíritu local que puede verse en sus mercados, celebraciones —por ejemplo la Feria de San Isidro— y en su gastronomía, que consiste en cocina mediterránea y pescado fresco. En general, Estepona se muestra como un lugar que ha logrado actualizar su imagen sin perder por completo su esencia tradicional: una ciudad luminosa con aire de gran pueblo, que mezcla cultura, mar, naturaleza y tranquilidad.