A solo dos minutos de Estepona, en plena naturaleza y con vistas infinitas al mar, se encuentra esta villa única que redefine el concepto de hogar. Un lugar donde el diseño, el lujo y la sostenibilidad se encuentran para ofrecerte una vida sin concesiones.
Imagina desconectar del mundo sin estar lejos de nada. Rodeado de vegetación, privacidad absoluta y un entorno que transmite paz desde el primer paso. Así es esta propiedad: un refugio moderno, sofisticado y lleno de luz.
Con seis habitaciones amplias y seis baños en suite, cada espacio ha sido diseñado para ofrecer comodidad, estilo y funcionalidad. La decoración, cuidadosamente seleccionada, combina elegancia atemporal con un toque contemporáneo que inspira.
La cocina abierta se integra perfectamente con las zonas de estar –interiores y exteriores– creando ambientes versátiles, perfectos para el día a día o para recibir invitados. ¿Tardes tranquilas o noches animadas? Tú decides.
Además, cuenta con una sala de fiestas privada, zona de invitados independiente y espacios de ocio pensados para disfrutar sin límites. Todo con materiales de alta calidad y un enfoque ecológico que marca la diferencia.
¿Exterior? Espectacular. Jardines de diseño, rincones chill out, espacio para crear tu propio mini golf, pista de tenis o incluso aterrizar en helicóptero. Sí, literalmente. Aquí el lujo es real.
Esta villa no solo es un lugar para vivir. Es un estilo de vida. Exclusivo, relajado, conectado con la naturaleza y diseñado para disfrutar cada momento al máximo.
Si puedes soñarlo, puedes vivirlo. Bienvenido a tu nueva realidad.
Estepona está situada al occidente de la Costa del Sol, en una sección donde el ritmo de vida costero se combina con un trasfondo más sosegado que el de urbes cercanas como Marbella. Su identidad se basa en una combinación única: un extenso y brillante litoral, un casco antiguo restaurado con cuidado, y una propuesta cultural que ha convertido sus calles en lugares de acceso al arte. Hoy en día, su casco antiguo, que es totalmente peatonal, se ha vuelto uno de los principales encantos de la ciudad. Los pasajes angostos, las plantitas en macetas de colores y las fachadas encaladas conforman un entorno que fusiona lo estético con la tradición andaluza, lo cual ha contribuido a su popularidad. Las plazas de Ortiz, Las Flores y Rincón Gitano mantienen parte del pulso social, mientras que los bares y las tienditas pequeñas con un ambiente local preservan una atmósfera barrial que no se ha desvanecido a pesar del crecimiento del turismo. El frente marítimo le otorga un carácter distinto: más de veinte kilómetros de litoral, con extensas playas de arena clara, entre las que sobresalen la Rada —la más citadina— o El Cristo, tranquila y familiar. El Paseo Marítimo es una de las rutas más activas, accesible tanto para los deportistas que practican al amanecer como para los paseantes. Por su parte, el puerto deportivo es un pequeño centro nocturno con restaurantes, bares y actividades de navegación. La ciudad ha puesto en marcha, durante la pasada década, una iniciativa cultural que la caracteriza: La Ruta de los Murales Artísticos, que se extiende a lo largo de las fachadas de edificios completos y un número cada vez mayor de esculturas y áreas temáticas. La imagen de Estepona ha sido transformada completamente, volviéndose un "museo al aire libre", gracias a esta apuesta por el urbanismo cultural. La Sierra Bermeja emerge como un telón de fondo en el medio natural, con caminos que penetran a través de pinares y paisajes rojizos característicos de esta montaña única. Además, se encuentra Selwo Aventura, un parque de naturaleza y fauna que llama a las familias y a los turistas de toda la Costa del Sol. Estepona ha experimentado un desarrollo significativo con la creación de nuevos hoteles, urbanizaciones, paseos ajardinados y servicios que han ensanchado su oferta turística y residencial; sin embargo, la ciudad ha intentado conservar una imagen más tranquila en comparación con sus vecinas más glamorosas. Su economía se basa en el comercio, la hostelería, el turismo y un sector inmobiliario activo; sin embargo, mantiene un carácter local que se aprecia en sus festividades (como la Feria de San Isidro) y en sus mercados. Aunque su economía se basa en el comercio, la hostelería, el turismo y un sector inmobiliario activo, mantiene un espíritu local que puede verse en sus mercados, celebraciones —por ejemplo la Feria de San Isidro— y en su gastronomía, que consiste en cocina mediterránea y pescado fresco. En general, Estepona se muestra como un lugar que ha logrado actualizar su imagen sin perder por completo su esencia tradicional: una ciudad luminosa con aire de gran pueblo, que mezcla cultura, mar, naturaleza y tranquilidad.