Ubicado en la prestigiosa zona de Los Flamingos, Estepona Este, Málaga.
Cuenta con una amplia superficie construida de 150 m² y una extensa terraza de 200 m².
El ático dispone de dos amplios dormitorios y dos baños, lo que garantiza privacidad y confort. El tercer dormitorio ha sido transformado en vestidor. La cocina de concepto abierto está totalmente equipada con electrodomésticos modernos que se integran perfectamente con las zonas de estar. La propiedad se encuentra en excelente estado, reflejando un mantenimiento meticuloso y atención al detalle.
El mayor atractivo de este ático es su espacio exterior, con una terraza privada que ofrece vistas panorámicas al mar, la montaña y los campos de golf. Los residentes también pueden disfrutar de tres piscinas comunitarias y un hermoso jardín, así como acceso a pista de tenis/pádel y minigolf. La propiedad forma parte de una comunidad cerrada con entrada de seguridad, videoportero y ascensor, lo que proporciona tranquilidad y comodidad. Entre otras características destacan las persianas eléctricas, doble acristalamiento, trastero e internet por fibra óptica.
Situado cerca de campos de golf, colegios, restaurantes y a tan solo 10 minutos en coche del centro de la ciudad, este ático combina tranquilidad y accesibilidad. El garaje privado ofrece estacionamiento seguro y se admiten mascotas, lo que lo convierte en una opción ideal para familias.
El mobiliario no está incluido en el precio.
No dude en llamarnos y visitar este maravilloso ático.
Estepona está situada al occidente de la Costa del Sol, en una sección donde el ritmo de vida costero se combina con un trasfondo más sosegado que el de urbes cercanas como Marbella. Su identidad se basa en una combinación única: un extenso y brillante litoral, un casco antiguo restaurado con cuidado, y una propuesta cultural que ha convertido sus calles en lugares de acceso al arte. Hoy en día, su casco antiguo, que es totalmente peatonal, se ha vuelto uno de los principales encantos de la ciudad. Los pasajes angostos, las plantitas en macetas de colores y las fachadas encaladas conforman un entorno que fusiona lo estético con la tradición andaluza, lo cual ha contribuido a su popularidad. Las plazas de Ortiz, Las Flores y Rincón Gitano mantienen parte del pulso social, mientras que los bares y las tienditas pequeñas con un ambiente local preservan una atmósfera barrial que no se ha desvanecido a pesar del crecimiento del turismo. El frente marítimo le otorga un carácter distinto: más de veinte kilómetros de litoral, con extensas playas de arena clara, entre las que sobresalen la Rada —la más citadina— o El Cristo, tranquila y familiar. El Paseo Marítimo es una de las rutas más activas, accesible tanto para los deportistas que practican al amanecer como para los paseantes. Por su parte, el puerto deportivo es un pequeño centro nocturno con restaurantes, bares y actividades de navegación. La ciudad ha puesto en marcha, durante la pasada década, una iniciativa cultural que la caracteriza: La Ruta de los Murales Artísticos, que se extiende a lo largo de las fachadas de edificios completos y un número cada vez mayor de esculturas y áreas temáticas. La imagen de Estepona ha sido transformada completamente, volviéndose un "museo al aire libre", gracias a esta apuesta por el urbanismo cultural. La Sierra Bermeja emerge como un telón de fondo en el medio natural, con caminos que penetran a través de pinares y paisajes rojizos característicos de esta montaña única. Además, se encuentra Selwo Aventura, un parque de naturaleza y fauna que llama a las familias y a los turistas de toda la Costa del Sol. Estepona ha experimentado un desarrollo significativo con la creación de nuevos hoteles, urbanizaciones, paseos ajardinados y servicios que han ensanchado su oferta turística y residencial; sin embargo, la ciudad ha intentado conservar una imagen más tranquila en comparación con sus vecinas más glamorosas. Su economía se basa en el comercio, la hostelería, el turismo y un sector inmobiliario activo; sin embargo, mantiene un carácter local que se aprecia en sus festividades (como la Feria de San Isidro) y en sus mercados. Aunque su economía se basa en el comercio, la hostelería, el turismo y un sector inmobiliario activo, mantiene un espíritu local que puede verse en sus mercados, celebraciones —por ejemplo la Feria de San Isidro— y en su gastronomía, que consiste en cocina mediterránea y pescado fresco. En general, Estepona se muestra como un lugar que ha logrado actualizar su imagen sin perder por completo su esencia tradicional: una ciudad luminosa con aire de gran pueblo, que mezcla cultura, mar, naturaleza y tranquilidad.